Energía Femenina y Masculina
Apartado del libro II «Zen Deportivo»
Parece que se ha escrito mucho sobre este tema. Pero quisiera compartir otro nivel de conciencia entre ambos géneros, que difícilmente podemos percibir desde nuestra mente primitiva si no se vislumbra su existencia desde un conocimiento más elevado…
El hombre y la mujer, lo femenino y lo masculino, son las energías, mucho más que complementarias, necesarias e indispensables para la propia existencia y no existencia.
El hombre y la mujer se nutren de las mismas energías filosóficas, y no filosóficas, que alimentan ambos polos del planeta y del mismo equilibrio del universo.
Como explico en otro apartado, estamos en una nueva era, donde se le abre a la humanidad una mayor esperanza de vida, habiendo cumplido, la mayoría de las personas adultas, en la primera etapa de sus existencias, la misión de perpetuar la especie a través de la crianza de los hijos, y de mirar venir con temor los años extras de existencia, la vejez…
Existen grandes diferencias entre la mujer y el hombre. Diferencias físicas, mentales, emocionales, intuitivas, y quizás espirituales. Pero dichas diferencias han sido enormemente agrandadas por nuestra primitiva cultura machista, cultura del hombre, por las religiones…
Tanto el hombre como la mujer, están condicionados para interpretar y asumir el rol que desde las civilizaciones antiguas se les ha programado, fuente cíclica de alegría, placer, dolor y sufrimiento.
Este poderoso mecanismo de procreación, para evitar la extinción de la especie, propio de cualquier animal, desde la cucaracha más común hasta el ser humano más evolucionado, sigue siendo fuente directa o indirecta de agresividad y dolor.
Ahora, la supervivencia de la humanidad puede estar en peligro, por razones medioambientales, por el egoísmo bélico, si seguimos solo este primitivo instinto sin las necesarias modulaciones que requiere la nueva era de la humanidad.
El planeta está cada vez más sobre poblado, contaminado, y la Naturaleza paga las consecuencias… nosotros somos parte de la Naturaleza misma…
A través de la actividad física deportiva o artística (no comercial), tanto el hombre, como la mujer, pueden aprender a descubrir, disfrutar de otro nivel de conciencia. Dicho nivel no es otro que compartir y disfrutar de la energía creadora que requiere de lo femenino y de lo masculino, más allá de la intimidad y del mecanismo de procreación.
Este nivel de conocimiento hace que tanto el hombre como la mujer, sientan la armonía inspiradora de ambos sin ninguna intención primaria. En esta fase, el trabajo de la meditación deportiva, meditación activa, es importante para aprender en lo más profundo a disociarse de la trampa animal. No quiero decir que este nuevo nivel de conciencia sustituya a la intimidad de la pareja, sino que abre la puerta a un mayor disfrute fuera de la cama… Mayor libertad y claridad de pensamientos para alejarse de sufrimientos innecesarios, y para evitar perder innecesariamente energías vitales en distracciones en bucles…
También, este nivel de conocimiento, aumenta la sensibilidad en las relaciones íntimas de las parejas alcanzando un placer superior y conciliador.
La simple presencia de ambas energías, puede llegar a generar una sensación de plenitud y expansión, si ambas están por encima de lo primitivo sin anularlo.
Fragmento nota de autor «Amar» …La Amistad sincera entre una Mujer y un Hombre; un amor del alma …
Disfrutar de este nivel de relación, requiere un esfuerzo de ambos.
No funciona de manera unilateral, tiene que ser en ambos sentidos… de allí la importancia de la comunicación y sobre todo de la madurez filosófica «práctica» de ambos géneros.
Insisto. No estoy hablando de la energía del poder de atracción mutuo que la naturaleza pone en marcha a nivel hormonal para cumplir con la perpetuidad de la especie a través del instinto primitivo que comenté anteriormente.
Estoy hablando de una energía conciliadora, fraternal, maternal, espiritual, armoniosa, creadora, inspiradora, que se desarrolla por encima del instinto primitivo sin anular el mismo. Es una energía que hace que el ser humano pueda disfrutar de una inmensa libertad que le da el no depender de la libido para estar con el género opuesto sin más intenciones que compartir y crecer en armonía creadora, inspiradora… Sin celos, sin dominaciones… solo libertad y profundo respeto, espíritu de equipo… de igual a igual de VERDAD… Para que la igualdad sea verdadera, dicho respeto mutuo, y filosofía de la nueva era, tiene que ser por igual para ambos géneros y con total sinceridad espiritual.
…disfrutar de los instintos primarios sin que ellos gobiernen a la humanidad…
El varón transmite una acción más «activa».
La mujer, transmite una acción más «pasiva».
Ambos transmiten acciones. No puede haber movimiento activo sin movimiento pasivo o movimiento pasivo sin movimiento activo.
Con verdadero amor, la energía femenina y masculina se transforma en Luz universal que ilumina con generosidad infinita.
Pero sustituyendo amor verdadero, por amor interesado, la energía femenina y masculina genera muchas chispas, y corto-circuitos emocionales…
Para que haya luz, se requiere de dos polos opuestos
En nuestra sociedad actual, los hombres se relacionan con los hombres, las mujeres con las mujeres. Generalmente, ambos géneros se relacionan juntos a través de la unión de pareja (marido y mujer) para formar una familia y tener hijos, siguiendo el instinto de supervivencia, y como culminación esperado por la sociedad y por la familia.
El miedo a los instintos por no conocer otro nivel de conciencia es la causa de la limitada relación femenina y masculina. Se pierde así la oportunidad de alcanzar una mayor plenitud a través del equilibrio universal. La vida, el universo, espera más entre la relación femenina y masculina.
Se dice que la mujer no piensa de la misma manera que lo hace el hombre, pero siente igual que cualquier ser.
Estamos acostumbrados a relacionarnos desde la mente, desde los pensamientos, pero el arte de relacionarse con armonía entre las personas, y en especial entre el hombre y la mujer, se hace desde un sincero sentir.
Sé que este nivel de conocimiento es difícil despertar para los actuales adultos; pero se consigue.
Nuestros niños y niñas, nacen con un nivel de conciencia superior… no acallemos esta sabiduría innata con valores caducos…
Es difícil, pero la humanidad solo tendrá estabilidad armonizando ambas energías para unir y no dividir…
La energía femenina y masculina es propia de cualquier orientación sexual de las personas. La apariencia física no siempre es reflejo sincero de la energía, masculina o femenina, que lo sustenta. La naturaleza se manifiesta en todas las formas posibles de unión. Solo el no sufrimiento depende de la sinceridad y aceptación de uno mismo y tolerancia de los demás.
La sociedad etiqueta a las personas según extremos; pero el equilibrio natural de la vida está en la tolerancia, en el respeto sincero y profundo de todo, uniendo cuerpo y mente en todas sus formas y sentires.
El disfrute creativo y sanador de la fusión de ambas energías no pertenece solo a la pareja (marido y mujer), sino también al abrazar sinceramente, sin intenciones y al compartir un momento solemne con un amigo, una amiga, con un desconocido, una desconocida, con un compañero, una compañera, con la naturaleza…
Practiquemos actividades físicas en pareja, en familia con los hijos, con las hijas.
La filosofía AtelTrainer, fomenta el intercambio de experiencias deportivas y lúdicas entre generaciones de ambos géneros y edades. Se reducen «distancias» entre niños y niñas, entre adultos y niños y niñas, entre jóvenes y ancianos. Siempre un anciano, una anciana tendrá fuerza y mucha ilusión en arbitrar los partidos inter-generacionales, favoreciendo, como no, a los más pequeños, pequeñas, con un guiño, con una sonrisa, lleno de complicidad…
La suma de energías femeninas, masculinas, adultas y jóvenes, no hace más que fortalecer una humanidad deseosa y conciliadora…
Alain Tello Robledo