Dedicatoria II
Dedico también este libro II a la Vida misma.
Gracias Vida, que a través de la madre Naturaleza me has dado existencia.
Gracias Vida por haberme protegido de mil peligros y accidentes.
Gracias Vida, que a través de mi esencia más profunda que al- gunos llaman espíritu, me das energía suficiente para nadar en contra corriente por una razón superior a mi propia existencia física…
Gracias Vida, energía universal, por permitirme hacer mi cami- no acompañando de las personas queridas.
Gracias Vida, por hacerme entender que a través de la muerte vuelves a nacer de nuevo con mayor esplendor.
Gracias Vida, por ayudarme a entender que sin miedo a la muerte brillas con mayor fervor.
Gracias Vida, por haberme unido a las personas queridas que aportan mayor sentido y fuerza a mi voluntad de seguir com- partiendo vida.
Gracias Vida por ser tan maravillosa en cada respiración, en cada paso…
Tu hijo que respira….